Este blog contiene textos dedicados a las familias, a los padres y madres para que eduquen con buenas prácticas. Tiene dos enfoques que se complementan: el psicológico y el jurídico. Está escrito por dos grandes profesionales y amigos. Antonio Lafuente y Antonio Ortuño. Esperamos que os sea útil.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Un mundo lleno de "C"



Mi mundo profesional está repleto de palabras que empiezan por “C”. Yo me dedico, como psicólogo y terapeuta familiar,  a asesorar y a “entrenar” a padres y madres para puedan ejercer unas prácticas educativas basadas en el amor incondicional y el control respetuoso. Cuando digo entrenar, me refiero a acompañar en su proceso de ser padres para resolver sus conflictos con sus hijos/as en la actualidad y prevenir los que le puedan venir. Y en mi trabajo es habitual utilizar palabras como cariño, coherencia, continuidad, competencia, cuidados, credibilidad, control, creatividad, corresponsabilidad, constancia, claridad, confianza….
La idea de iniciar esta aventura digital para mí era explorar vías y caminos para realizar mi trabajo con ciertas garantías de éxito en la distancia, asegurando que esos procesos de cambio novedosos aseguren las condiciones para el aprendizaje de ser papás y mamás.
En la unidad 1 del curso de Innovación en la Formación Continua y herramientas 2.0, me encuentro de nuevo con palabras que empiezan por “c”. Viejas conocidas y algunas novedosas. Conductismo, cognitivismo, constructivismo, conectivismo. Aprendizaje caótico, continuo, complejo, cocreativo, conectado, conceptual, en comunidad.
Mi objetivo futuro es coordinar y complementar (seguimos con las “c”) el aprendizaje presencial y el no presencial, el aprendizaje en un contexto estructurado a un aprendizaje menos estructurado, de un control externo profesional a un autocontrol, intentando aglutinar lo mejor de lo anterior (constructivismo) e ir más allá (conectivismo).
La lectura del módulo 1 me provocan nuevas ideas y me surgen dudas. No sé si es posible educar con buenas prácticas, aprender competencias parentales sólo y exclusivamente con el conectivismo como bandera. Como final de proceso no está nada mal el que surja el aprendizaje autoregulado, independiente e informal a través de comunidades virtuales o el desarrollo de conexiones informales a través de las redes sociales, generando los propios entonos personales de aprendizaje. Pero me temo que en mi ámbito profesional, un porcentaje muy bajo de padres y madres tendrían las competencias adecuadas para llegar al conectivismo a la primera.
Calidez y afecto en las relaciones, reconocimiento de los logros evolutivos, control y supervisión del comportamiento infantil, fomento de la confianza, estimulación y apoyo al aprendizaje, planificación de las actividades y tareas, orientación hacia el futuro, adaptabilidad a las características del niño/a, flexibilidad, perspectivismo, percepción ajustada del rol parental, satisfacción en la tarea de ser padres y madres, responsabilidad ante el bienestar del niño, visión positiva del niño y de la familia, buscar ayuda de personas significativas, estrategias de afrontamiento ante situaciones de estrés… estas competencias parentales ¿se pueden aprender sólo y exclusivamente con el conectivismo?

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